jueves, 5 de febrero de 2015

Familias como la mía (2011) de Francisco Ferrer Lerín (1942)

Felix de Azúa, en su Autobiografía de papel, en este blog, cuando empieza a escribir en 1965 : 
  Muy pronto el grupo de amigos con el que me trataba (era entonces imposible entrar en el mundo literario si no se iba en compañía), Ferrer Lerín, Ana M.ª Moix, Guillermo Carnero y Gimferrer en Barcelona, Molina Foix, Carrión (Penero y Marías llegaron más tarde) en Madrid,….   

Enrique Vila-Matas en Bartleby y compañía, su libro sobre escritores que dejan de escribir dice:
   Me he encontrado con un reportaje sobre el poeta llamado Ferrer Lerín, un  hombre … que de muy joven vivió en Barcelona, donde era amigo de los entonces incipientes poetas Pere Gimferrer y Félix de  Azúa. Escribió en esa época unos poemas muy osados y rebeldes, pero a finales de los sesenta lo dejó todo y se fue a vivir a Jaca, en Huesca…donde vive desde hace treinta años dedicado al minucioso estudio de los buitres.

Pero, Ferrer Lerín volvió a escribir prosa: Niquel (2005), Bestiario (2007) y Papua (2008) y poesía: Ciudad propia (2006), Fámulo (2009) Premio Nacional de la Crítica.

Y a finales del pasado Octubre, Ignacio Echevarría en el El Cultural,  dice: 
  Familias como la mía, de la que en su momento les hablé  con  entusiasmo, me sigue pareciendo una de las pocas novedades realmente  portentosas que ha dado la narrativa española en los últimos tiempos

El libro está dividido en dos partes: la primera es una versión revisada de Níquel (2005), la singular historia de Pablo Amatller Moragas, alter ego de Ferrer, muchacho perteneciente a una familia burguesa catalana, cuya ruina le obliga a abandonar los estudios de medicina y a convertirse en un buscavidas que vive del poker. El distanciamiento de su mundo da pie a duras críticas al catalanismo y a otros aspectos de la sociedad barcelonesa.
El servicio militar interrumpe y cambia la vida de Pablo al trabar amistad con Balta con quien al terminar la mili forma un grupo de ornitólogos que se convierten en especialistas en rapaces y emprenden una entusiasta defensa de las aves carroñeras, implantando muladares para su alimentación.
Los hechos superan a nuestro protagonista que huye a Barcelona, y trata, sin conseguirlo, de volver a vivir del poker. Amatller pone fin a esta situación confusa al entrar a formar parte de una organización de espías. Siguen escenas de divertido erotismo. Este sosiego dura poco ya que Ferrer gusta de romper equilibrios con derivas rebosantes de crudeza.     

La segunda parte se llama Nora Peb, complementa y repite hechos reseñados en la primera parte. Son dignas de mención las Notas al final de la obra.

El libro es realmente original y con abundantes momentos magnéticos, eclipsados por otros tremendistas y en ocasiones algo farragosos.

Le he puesto XXX3/4 y está a vuestra disposición.

Rafa    

1 comentario:

Diego dijo...

Sugerente reseña, Rafa. Muchas gracias. El prólogo con los patrocinadores de la obra añade interés a su posible lectura.

Un abrazo.
Diego.