jueves, 6 de septiembre de 2012

Mario Vargas Llosa. La civilización de la cultura (2.012)


Nada más empezar a leer me opongo a la tesis general sobre la cultura que expone Don Mario y que sin duda va a marcar el contenido de sus 240 páginas. Defiende la postura de que la cultura, "la gran cultura" como le llama él, debe ser para la minoría, al igual que decía Don Juan Ramón, y desdeña todo aquello que huela a popular y “ligero” lo que lleva a la “banalización” de la cultura.

Su tesis se puede resumir en este comentario:

"Queríamos acabar con las elites, que nos repugnaban moralmente por el retintín privilegiado, despectivo y discriminatorio con que su solo nombre resonaba ante nuestros ideales igualitaristas y, a lo largo del tiempo, desde distintas trincheras, fuimos impugnando y deshaciendo a ese cuerpo exclusivo de pedantes que se creían superiores y se jactaban de monopolizar el saber, los valores morales, la elegancia espiritual y el buen gusto. Pero hemos conseguido una victoria pírrica, un remedio peor que la enfermedad: vivir en la confusión de un mundo en el que, paradójicamente, como ya no hay manera de saber qué cosa es cultura, todo lo es y ya nada lo es."

Como no podía ser de otro modo defiende también la literatura frente a los medios audiovisuales basándose en el mismo principio y considerando que solo es cultura lo que es grave e intelectual. Según voy avanzando me permito el lujo de discrepar de algunas de sus teorías y comentarios y a estar de acuerdo con otras. El ensayo salta de tema en tema y no sigue una línea argumental, lo que por un lado es de agradecer pues me ha mantenido atento.

El libro contiene como prólogo de sus siete apartados (no se les puede llamar capítulos) diez artículos copiados de sendos artículos de el autor en El País,  siempre agradables de releer, y sus apartados podrían ser apuntes que el autor ha ido tomando a lo largo de su vida reciente sin ánimo de escribirlos para formar parte de un ensayo.

Así pues no era lo que me esperaba pero me lo he pasado muy bien tratando de elaborar mis propios conceptos sobre la cultura, que si tenéis tiempo os los cuento cualquier día.

Don Mario escribe como los ángeles y he leído el libro en un abrir y cerrar de ojos. Don Mario se lamenta del camino que ha tomado el mundo de la cultura hacia el mundo del entretenimiento pero pelea como Don Quijote. Generaliza demasiado y no quiere admitir que el entretenimiento también es cultura.

Dado que este Blog habla de libros, copio este comentario sobre los mismos que nos hace Don Mario desesperado y refunfuñando en sus últimas páginas.

"Digo esto sin el menor ánimo beligerante contra los medios audiovisuales y desde mi confesable condición de adicto al cine -veo dos o tres películas por semana-, que también disfruta con un buen programa de televisión (esa rareza). Pero, por eso mismo, con el conocimiento de causa necesario para afirmar que todas las buenas películas que he visto en mi vida, y que me divirtieron tanto, no me ayudaron ni remotamente a entender el laberinto de la psicología humana como las novelas de Dostoyeski, o los mecanismos de la vida social como La guerra y la paz de Tolstoi, o los abismos de miseria y las cimas de grandeza que pueden coexistir en el ser humano como me lo enseñaron las sagas literarias de un Thomas Mann, un Faulkner, un Kafka, un Joyce o un Proust."

Y este otro para terminar.


"No es extraño, por eso, que algunos fanáticos de la Web, como el profesor Joe O'Shea, filósofo de la Universidad de Florida, afirmen: «Sentarse y leer un libro de cabo a rabo no tiene sentido. No es un buen uso de mi tiempo, ya que puedo tener toda la información que quiera con mayor rapidez a través de la Web. Cuando uno se vuelve un cazador experimentado en Internet, los libros son superfluos». Lo atroz de esta frase no es la afirmación final sino que el filósofo de marras crea que uno lee libros sólo para «informarse». Es uno de los estragos que puede causar la adicción frenética a la pantallita. De ahí, la patética confesión de la doctora Katherine Hayles, profesora de Literatura de la Universidad de Duke: «Ya no puedo conseguir que mis alumnos lean libros enteros»."

...y lo que te rondaré, morena. Le pongo **** 1/2 a pesar de mis discrepancias.


1 comentario:

Javier Sanchez dijo...

Hola, justamente ahora estoy leyendo La tía Julia y el escribidor, primer novela que leo de Vargas Llosa... La verdad es que el hombre posee magia en la muñeca para escribir de la forma que lo hace. Sin embargo, el libro está plagado de insultos, menosprecios y ensañamientos para con "los Argentinos", pueblo del que formo parte para desgracia de don Mario. No aclara en ningún momento porque el enojo y, siendo que lo escuché bastante en 2010, cuando vino a la feria del libro de Buenos Aires, hablar de lo lindos que somos los argentinos... Me parece que Don Mario es un gran hipócrita. Sin embargo lo seguiré leyendo, a ver si en algún libro me cuenta por que nos odia/ama tanto.
Muy buen blog, paso bastante seguido por acá. Saludos!.