Escritor
Londinense, padre del también novelista Martin Amis, con el que tuvo una relación
tormentosa, fue catedrático en la universidad de Sawnsea en Gales y en
Cambridge. Escribió más de veinte novelas, algunas de ciencia ficción y de la
saga de James Bond, poesía, ensayo y guiones. De su obra he leído Una chica como tú (1960), que me gustó y
Los viejos demonios (1986), Premio Booker, que no me entusiasmó.
Este
libro, impertinente con la universidad y sus catedráticos, inaugura en los
cincuenta, aunque de forma fresca y satírica, la época de los escritores airados, como John Osborne, Mirando hacia atrás con ira (1956) o Alan
Sillitoe, Sábado por la noche y domingo
por la mañana (1958).
Jim
Dixon es profesor adjunto de Historia Medieval de una universidad de provincias,
que malvive entre la explotación del encargado de la Cátedra y la de una medio-novia
depresiva, pero mantiene el tipo gracias a sus travesuras, sus cervezas y su
habilidad para escurrir el bulto. Dista de ser ejemplar, pero es una persona entrañable,
pariente cercano de los pícaros clásicos.
Amis
con gran maestría nos relata los malos ratos, mezquindades y trompas de su
protagonista, en una novela en la que predominan las secuencias largas: la cena
musical; el baile de la universidad; la conferencia sobre la Inglaterra Medieval ,
el viaje en autobús a la estación, cuya evocación provoca una sonrisa.
A
Jim se le ocurren ideas curiosas para salir de su situación:
Yo soy el detector de
aburrimiento. Soy un instrumento de gran precisión, que sería enormemente
rentable a un millonario. Este me enviaría con cinco minutos de antelación a
cenas y eventos, y con sólo echarme un vistazo podría leer el nivel de
aburrimiento de la reunión. Como el canario en la mina.
El
libro, ignoro el motivo, no fue editado en España hasta el 2007. Lo he leído en
su versión original en Kindle y lo he pasado muy bien.
Le
he puesto XXXX
Rafa
1 comentario:
Otro tono que el que da Williams en "Stoner" Quizás sea el momento de leerlo para suavizar la melancolía de "Stoner"
De Martin Amis leí "La casa de los encuentros", que no me gustó mucho.
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