sábado, 22 de febrero de 2014

José Emilio Pacheco (1.939-2.014) En resumidas cuentas-Antología. ****


Poeta para mí desconocido hasta que su muerte ha hecho que todos los medios de comunicación se acuerden de él para alabarle y publicar artículos sobre su obra. He tenido que pedir este libro en la librería pues no tenían ninguno en stock.

Pacheco en su casa de México
 Sobre todo poeta. Premio Cervantes 2.009. Se escribe mucho en los círculos culturales sobre este poeta con motivo de su muerte pero este poeta es un hombre olvidado, por lo menos fuera de México. Gran parte de las referencias de Google son artículos y noticias sobre su muerte. Era amigo y vecino de Juan Gelman que murió unas pocas semanas antes que él. Se imagina uno que se verían para hablar de su lengua común y de su forma de usarla, magistralmente.

La impresión que he tenido al leer esta antología seleccionada por Hernán Sánchez, es que el tiempo es lo que trae a mal traer al poeta. La mayoría de sus poemas giran alrededor del tiempo. Uno se da cuenta nada más empezar a leer. Ya lo decía Octavio Paz.

“Cada poema de Pacheco es un homenaje al no, al tiempo, que para él es el agente de la destrucción universal, y a la historia, que para el escritor es un paisaje de ruinas”

Pacheco es un poeta que escribe de verdad, sin usar grandes artificios, se le entiende todo lo que dice. Quizás un poco triste en algunas ocasiones dado su tema favorito que es el tiempo. En otros poemas nos cuenta sus análisis de otros aspectos de la vida y lo hace con sinceridad, concisión, y gracejo. Me ha recordado en muchos momentos a Omar Kheyam.

No se puede expresar mejor el papel del que escribe y el de que lee.

Si leo mis poemas en público
le quito su único sentido a la poesía:
hacer que mis palabras sean tu voz,
por un instante al menos.

De los distintos libros de los que extrae el autor sus poemas me ha gustado LA ARENA ERRANTE (1992-1998) del que selecciono estos dos sobre su tema favorito.

MEMORIA

No tomes muy en serio
lo que te dice la memoria.

A lo mejor no hubo esa tarde.
Quizá todo fue autoengaño.
La gran pasión
sólo existió en tu deseo.

Quién te dice que no te está contando ficciones
para alargar la prórroga del fin
y sugerir que todo esto
tuvo al menos algún sentido.

IMAGEN

La foto queda allí. Detuvo un segundo.
Se convirtió en pasado en el mismo instante.
El oleaje del tiempo no cesa nunca.
La vejez nos distancia a cada minuto
de la imagen inmóvil donde quien fuimos
contempla fiel al muerto que seremos.

Y este en el que trata de la convivencia con los demás. 

EL OTRO

Entrará con sangre la eme de muerte
en los marcados a fuego,
no para el Día del Juicio
sino para los fusilamientos en masa,
la Limpieza Étnica, el campo de exterminio,
la Solución Final que de una vez por todas resuelva
e problema del Otro.

La muerte de este hombre me ha llevado a conocerle y a admirarle. Os recomiendo que lo hagáis vosotros también. Le pongo ****

1 comentario:

Rafa dijo...

Muchas gracias Diego por acercarnos estos poemas y darnos a conocer a este autor, del que espero leer más en el futuro.
Un abrazo
Rafa