domingo, 17 de febrero de 2013

Antigua luz (2012) de John Banville (1945)



Había leído un par de libros de este afamado autor irlandés, que comparan con Proust, Joyce y Nabokov, y al que consideran claro aspirante al Nobel, El mar, que obtuvo el Booker price del 2005 y que no me entusiasmó y los Infinitos que me gustó mucho e hice una entrada en el Blog.

Ahora vuelvo con este libro, cuya estructura recuerda a la de El mar, y en la que con su maestría habitual construye largos párrafos que muestran una realidad rica en matices. Esto, a su vez, exige una lectura pausada y atenta, ya que la verdad o la mentira nos sonríen veladamente con humor en esas laberínticas frases.  

Aunque puede leerse como obra independiente, este libro es la tercera ventana de una trilogía: Eclipse e Imposturas son los libros anteriores. Puede sin embargo no ser la última, puesto que Banville dice que la palabra Quartet le suena bien.

Alexander Clave, un viejo actor de teatro, es contratado para interpretar un papel protagonista en una película, y recuerda su primer amor con quince años, con una mujer casada madre de un amigo y compañero de colegio.

Clave nos dice en la primera página del libro:

Imágenes del pasado remoto se agolpan en mi cabeza, y la mitad de veces soy incapaz de distinguir si son recuerdos o invenciones. Tampoco es que haya mucha diferencia, si es que hay alguna. Hay quien afirma que, sin darnos cuenta, nos lo vamos inventando todo, adornándolo y embelleciéndolo, y me inclino a creerlo, pues madame Memoria es una gran y sutil fingidora.

Le he puesto XXXX y está a vuestra disposición

Rafa

2 comentarios:

Diego dijo...

Gracias, Rafa.
Leí por recomendación tuya la obra "los infinitos" de este autor perturbador y me encantó.
En la entrada que hiciste de aquel libro también le diste una nota de ****.
Me lo apunto.

Diego dijo...

Muchas gracias Rafa por otra buena recomendación de este autor que me descubriste hace tiempo. Un verdadero artista. Como bien dices no todo es como parece y el recuerdo juega malas pasadas a Alex.

"Hay quien afirma que, sin darnos cuenta, nos lo vamos inventando todo, adornándolo y embelleciéndolo, y me inclino a creerlo, pues Madame Memoria es una gran y sutil fingidora."

Me ha sorprendido la facilidad que tiene Banville para describir atmósferas, ambientes, colores, veladuras, olores, texturas, y los detalles de habitaciones, muebles, personas, y paisajes. Un verdadero artista.

La descripción de los amores de joven Alex y la Sra, Gray es fabulosa.

Le pongo **** 1/2